El presidente Donald Trump y su rival demócrata, Joe Biden, se ven este martes por primera vez en la campaña, durante un debate de las elecciones de Estados Unidos, al que ambos llegan bajo presión y que se prevé esté cargado de duros ataques que podrían entrar en el terreno personal.
El primero de los tres encuentros que están previstos antes de los comicios del 3 de noviembre se celebrará este martes en Cleveland, en el estado clave de Ohio, y durará 90 minutos sin pausas publicitarias.
«Espero no morder el anzuelo y meterme en una pelea con este tipo. Va a ser difícil, porque creo que va a estar gritando», afirmó Biden durante un acto virtual este mes.
Observadores consultados esperan un debate «beligerante», en palabras de Alan Schroeder, profesor emérito de la Universidad Northeastern y experto en debates televisados.
Candidatos en el gran debate
«A los dos candidatos les cuesta contener sus emociones y creo que las cosas se pondrán feas, especialmente en el caso de Trump, cuyo estilo se basa en insultos y burlas de patio de colegio.
El reto para Biden será parar esos abusos sin perder los estribos», resumió Schroeder.
Las semanas previas al debate han sentado el tono para la cita: Trump ha acusado a Biden de drogarse para mejorar su actuación y ha pedido, sin éxito, que se les someta a ambos a test antinarcóticos antes del encuentro;
Mientras que el candidato demócrata se ha mofado del presidente por su lentitud al bajar de una rampa en junio.
La animadversión entre ambos es tal que Biden ha llegado a referirse a un posible debate en términos literalmente pugilísticos: «Me preguntaron si yo debatiría con este caballero y respondí:
‘Si estuviéramos en el instituto, le llevaría detrás del gimnasio y le daría la paliza de su vida'», dijo en tono de broma en 2018.
Trump «atacará» la familia de Biden
Según el diario The Washington Post, Trump tiene previsto lanzar ataques personales contra Biden y su familia, en concreto su hijo Hunter, al que el presidente ha acusado, sin aportar pruebas.
De haber incurrido en «corrupción» cuando trabajó para una empresa gasística en Ucrania mientras su padre era vicepresidente de EE. UU.
La campaña de Biden sabe que Trump irá a la yugular y quiere que el exvicepresidente se centre en los temas que realmente importan a los votantes, como la economía y la gestión de la pandemia por parte del Gobierno actual, según el rotativo.
Trump dedicó parte de este fin de semana a prepararse para el debate, pero a mediados de septiembre presumió de que no iba a necesitar demasiado tiempo, porque considera que «hacer lo que hace» le prepara de sobra para el intercambio.
El mandatario ha rebajado además las expectativas sobre la posible actuación de su rival, al acusar a Biden de tener poca energía, pocas actividades de campaña y un presunto declive en su agudeza mental; pero esa estrategia puede salirle mal a Trump.
«Bajar tanto el listón para Biden significa que el candidato demócrata tiene menos que demostrar» y que una actuación decente podría considerarse una victoria, dijo una profesora de comunicación política en la Universidad de Boston, Tammy Vigil.
Pero si Biden «mete la pata, o hace algo que pueda poner en entredicho su capacidad cognitiva, eso reforzará la narrativa que ha creado Donald Trump», apuntó un experto en debates presidenciales en la Universidad de Misuri, Mitchell McKinney.