El opositor ruso, de 44 años, acusa al presidente Vladimir Putin de haber ordenado su asesinato.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió la «liberación inmediata» del opositor ruso Alexéi Navalni, detenido el domingo en Moscú, adonde llegó procedente de Alemania.
«Estamos profundamente preocupados por la detención de Alexéi Navalni y pedimos su liberación inmediata y que se respete su derecho a un debido proceso conforme al Estado de derecho. Reiteramos nuestro llamado a una investigación exhaustiva e imparcial sobre su envenenamiento», dijo en un tuit el Alto Comisionado, dirigido por la chilena Michelle Bachelet.
Por otra parte, el opositor ruso denunció una «parodia de justicia» este lunes ante un juez que se trasladó a la comisaría donde está bajo arresto desde su regreso a Rusia para pronunciarse sobre su detención, duramente criticada por los países occidentales.
La Unión Europea, Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido pidieron su liberación «inmediata».
El carismático activista anticorrupción y enemigo jurado del Kremlin, de 44 años, acusa al presidente Vladimir Putin de haber ordenado su asesinato envenenándolo con Novichok, lo que Rusia niega.
Sorpresivamente, un tribunal se reunió a mediados de la mañana en la comisaría de Khimki, en un suburbio de Moscú, donde se encuentra bajo arresto, para examinar «el pedido de detención», indicó Vadim Kobzev, abogado del principal adversario del Kremlin.
«El viejo en su búnker tiene tanto miedo que se rompe y tira el código de procedimiento penal a la basura», añadió Navalni, en referencia al presidente Putin y al hecho de que un tribunal puede reunirse en una comisaría.
El FSIN, el servicio penitenciario ruso, acusa a Navalni de haber violado las medidas de control judicial al irse al extranjero para recibir tratamiento.