Cientos de socorristas reanudaron este lunes las tareas de rescate de unos 200 desaparecidos solo en las dos centrales eléctricas ubicadas en la represa de Richiganga.
Algunos obreros quedaron bloqueados en dos túneles obstruidos por el torrente de agua, barro y piedras que desató la ruptura del glaciar.
Doce personas fueron socorridas el domingo en un túnel, y al menos 25 seguían atrapadas en otro, dijo Piyoosh Rautela, responsable de la ayuda del Estado a las víctimas de las catástrofes.
«Al parecer todavía hay que limpiar de escombros unos 100 metros más», agregó.
El torrente de agua arrasó el valle del río Dhauliganga, destruyendo todo lo que encontraba a su paso como carreteras y puentes, según imágenes tomadas por habitantes.
El río Dhauliganga es un afluente del Ganges, cuyas aguas son sagradas para los hindúes.
En un primer momento, las autoridades declararon que la represa fue arrasada por la crecida provocada por la caída de una parte del glaciar que se desprendió de una pared de la montaña.
Ahora evocan un posible fenómeno de vaciado brutal de un lago glaciar.
Naciones Unidas dispuesta ayudar
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, envió el domingo el pésame a las familias de las víctimas y a todo el país.
«Naciones Unidas está dispuesta a contribuir a los esfuerzos de socorro y asistencia en curso si fuera necesario», agregó.
Un poco antes, el primer ministro Narendra Modi aseguró que estaba muy pendiente de las operaciones de socorro. «India está al lado de los habitantes de Uttarakhand y la nación reza por la seguridad de todos en esta región», escribió en Twitter.