Dos manifestantes murieron y otros 30 resultaron heridos este sábado en la ciudad de Mandalay, en el centro de Birmania, cuando la policía dispersó a tiros una protesta contra la junta militar, informaron los servicios de emergencia.
Uno de los fallecidos es menor de edad y recibió una bala en la cabeza, indicó Hlaing Min Oo, responsable de un equipo de socorristas voluntarios, añadiendo que «la mitad de los heridos sufrieron disparos con munición real».
Otro trabajador de los servicios de emergencia también confirmó las dos muertes.
La junta militar que gobierna Birmania ha multiplicado las detenciones y ha vuelto a cortar internet, ignorando las condenas internacionales por la muerte de una joven, primera víctima de la represión de las fuerzas armadas, convertida en ícono de los manifestantes pro democracia.