La vida tiene momentos altos y bajos. Todos pasamos por ellos. Lo que importa es cómo manejamos nuestros momentos de oscuridad. Los momentos tristes van y vienen. Lo que determina el resultado es la manera en que los afrontas.
“Confía al Señor todas tus preocupaciones, porque él cuidará de ti; él nunca permitirá que el justo quede derribado para siempre” (Salmo 55:22).
Amén, la vida está llena de altas y bajas.
Orison Soto